El dispositivo CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) se considera el tratamiento de referencia para la apnea obstructiva del sueño (AOS).
Esta afección provoca pausas en la respiración durante el sueño y afecta a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de las evidentes ventajas de estas máquinas, sigue habiendo algunas dudas sobre posibles problemas.
Una de las preguntas más frecuentes: ¿conlleva la mascarilla el riesgo de provocar sinusitis u otras infecciones respiratorias?
Máquina y máscara
Una mascarilla de presión continua en las vías respiratorias funciona suministrando un flujo constante de aire que mantiene abiertas las vías respiratorias durante el sueño. Un tubo y una mascarilla conectan el dispositivo con la boca, permitiendo que el aire presurizado haga su trabajo.
Dado que la mascarilla se lleva puesta durante un periodo de tiempo prolongado, siempre habrá cierta acumulación de saliva y gérmenes exhalados. Cualquier bacteria presente en la mascarilla (o en los tubos) siempre tiene el potencial de ser nociva , por lo que es fundamental mantener limpias todas las partes del equipo.
Cuando la máquina es nueva, está estéril y completamente libre de bacterias y gérmenes. Sin embargo, una vez puesta en funcionamiento, la situación es completamente distinta.
Los gérmenes pueden penetrar en el dispositivo a través de cualquier pequeña rendija , y la mascarilla es especialmente susceptible a la contaminación, ya que cualquier exhalación de la nariz y la boca contendrá algunas bacterias.
Afortunadamente, el cuerpo humano es relativamente inmune a su propia producción bacteriana, pero esto sigue suponiendo un pequeño riesgo.
Por otro lado, las bacterias transmitidas por el agua, como la la bacteria legionella pneumophila causante de la legionelosis, pueden desarrollarse en el depósito del humidificador de la máquina y contaminar todo el dispositivo CPAP.
Posibles infecciones
Las máquinas de CPAP mal limpiadas o mal mantenidas pueden provocar una serie de infecciones, pero éstas pueden evitarse en gran medida si se tienen los cuidados adecuados. La legionelosis es muy poco frecuente, pero algunas de las afecciones menores más comunes son:
- Irritación ocular o sequedad de ojos
- Infecciones por hongos o levaduras
- Irritación cutánea
- Congestión nasal
- Infección sinusal
Algunos usuarios también han informado de un aumento del acné , pero es más probable que se deba a la acumulación de aceite y grasa alrededor de la mascarilla.
Enfermedades graves
Las enfermedades transmitidas por el agua son los mayores riesgos asociados a las máquinas de CPAP, pero son muy poco frecuentes y es improbable que se produzcan si el equipo se limpia y mantiene adecuadamente.
La mayoría de las máquinas contienen un humidificador en el que se almacena agua, que es un caldo de cultivo potencial para hongos, bacterias, levaduras y moho. Si el agua no se cambia con regularidad -y el depósito no se limpia a fondo-, estas sustancias nocivas se multiplicarán rápidamente y se propagarán por los tubos y la mascarilla.
Cualquier dispositivo CPAP tendría que estar en un estado muy antihigiénico para que se produjera esta situación , pero puede ocurrir si no se sigue incluso la rutina de limpieza más básica.
Aunque la legionelosis es una de las posibles consecuencias, también son posibles otras afecciones:
- Bronquitis
- Neumonía
- Neumonitis (pulmones inflamados)
Por lo general, todas estas afecciones pueden atribuirse a que el agua del depósito del humidificador se ha dejado reposar y se ha contaminado.
El vaciado y la limpieza del depósito deben realizarse al menos una vez a la semana para evitar cualquier riesgo. Además, siempre es mejor utilizar agua destilada al rellenar el depósito. Del mismo modo, el agua estancada en los tubos también puede ocasionar problemas, por lo que conviene dejar que todas las piezas de la máquina se sequen completamente antes de utilizarla.
Evitar infecciones
Como suele ser cierto, "más vale prevenir que curar" y éste es el caso a la hora de evitar posibles infecciones cuando se utiliza un dispositivo CPAP. Seguir unos sencillos pasos en relación con el uso y cuidado de una máquina es fácil de hacer - y casi eliminará las posibilidades de sufrir cualquier efecto adverso.
- Limpiar el aparato siguiendo las instrucciones
- Utilice agua caliente y jabón lavavajillas
- Limpie la mascarilla y los tubos a diario, o al menos una vez a la semana
- Deje que la mascarilla y los tubos se sequen completamente después de limpiarlos
- Utilice sólo agua destilada en el depósito del humidificador
- No compartir nunca el dispositivo o la máscara con otras personas
- No utilice equipos de segunda mano, especialmente tubos y mascarillas.
- Sustituir los componentes (mascarilla, filtros) según las recomendaciones del fabricante.
El cuidado y la limpieza adecuados de las mascarillas y las almohadillas de las mascarillas, al estar en contacto con la nariz y la boca, desempeñan un papel importante a la hora de reducir o evitar la posibilidad de una infección. El interior y los laterales de la mascarilla son un imán para las bacterias y deben mantenerse siempre lo más limpios posible.
Si es posible, deben limpiarse a fondo a diario con un detergente suave o jabón lavavajillas y agua caliente, y secarse completamente después.
Limpiar cada dos días es aceptable, pero una vez a la semana es esencial.
En general, los filtros de las mascarillas deben sustituirse cada dos o cuatro semanas, mientras que la mascarilla puede durar hasta tres meses.
Sin embargo, se trata sólo de directrices y las distintas marcas y modelos tendrán una vida útil diferente. Siga siempre las directrices del fabricante en cuanto a mantenimiento, limpieza y tiempos de sustitución para sacar el máximo partido a la máquina.
Fuentes:
https://www.verywellhealth.com/tonsillitis-snoring-and-sleep-apnea-1192185
https://www.sleepfoundation.org/sleep-apnea/surgery-for-sleep-apnea
https://www.piedmont.org/living-better/when-should-your-tonsils-be-removed
https://piedmontent.com/tonsillectomies-for-adults-what-to-expect-from-surgery/